Españoles por el mundo
El derbi menos derbi de Budapest

El Újpest-Ferencváros, sin público en la grada, fue una de las primeras grandes estampas futbolísticas del deporte posterior a la pandemia.
Si el Újpest y Ferencváros correspondiente a la 20ª jornada de la OTP Bank Liga (Primera División de Hungría) se hubiera disputado en la fecha prevista -el 8 de febrero-, más de 15.000 personas habrían acompañado la llegada de futbolistas y técnicos al Ferenc Szusza, situado en el distrito IV de la ciudad de Budapest. El entonces mal estado del terreno de juego retrasó un encuentro que, caprichos del destino, tuvo que disputarse esta semana sin un solo aficionado en la grada. El derbi más sentido de la capital húngara se jugó sin hinchas y, con el factor campo en el limbo, el Ferencváros se llevó una victoria (0-1) que le acerca a revalidar el título por primera vez desde 1996. “No te das cuenta de si estás jugando en casa o fuera, pero tenemos que entender que es una situación extraordinaria. Yo soy partidario de jugar. Es una manera de empezar a recuperar la normalidad. Los jugadores también. Prefieren jugar así a no jugar”, detalla Albert Bosch, asistente de Serhiy Rebrov en las águilas verdes.
La rivalidad entre Újpest, fundado en ‘Nuevo Pest’, una pequeña ciudad norteña que acabó siendo engullida por Budapest, y Ferencváros, el club más laureado de Hungría, comenzó a forjarse a principios del siglo XX. Sin embargo, sendas entidades viven realidades muy distintas este curso. Mientras que el Újpest es noveno y no sabe lo que es proclamarse campeón magiar desde 1998, el Fredi -como se le conoce popularmente- amenaza con recuperar la grandeza que le llevó a disputar la fase de grupos de la Champions en la temporada 1995/96, cuando se midió a Grasshopper, Ajax y Real Madrid tras superar en la fase previa al Anderlecht. “La pasada temporada pudimos ganar la liga número 30 y el club añadió una estrella más a su camiseta. Los aficionados lo celebraron por todo lo alto porque tan solo habían ganado una liga en los últimos 15 años. Además, pudimos entrar en la fase de grupos de la Europa League. Eso fue una alegría mayor porque el club llevaba desde 2005 sin pasear su nombre por el continente”, detalla Albert Bosch.

Los suplentes del Ferencváros, en la grada del Újpest
Tras el empate de su nuevo “rival directo”, MOL Fehervar -equipo al que dirige el también catalán Joan Carrillo-, el Ferencváros ya cuenta con nueve puntos de ventaja respecto a la segunda plaza. Durante el obligado parón por coronavirus, el equipo de Albert Bosch y Unai Melgosa continuó entrenando en grupos reducidos y contó con tres semanas para preparar la reanudación con la plantilla al completo. Jugar amistosos ayudó al Fredi a afrontar con garantías la recta final de la OTP Bank Liga, que comenzará a contar con público en las gradas a partir del próximo fin de semana. La Federación Húngara aprobó la vuelta de la afición, aunque con un aforo máximo del 25% y sin que ningún aficionado pueda sentarse detrás ni al lado de otro. “Pensaba que esta temporada se iba a jugar sin aficionados. Me he quedado sorprendido, pero es una buena noticia. Significa que la situación está controlada”, valora Albert Bosch.
El español, que llegó a Hungría tras trabajar en el Dinamo Kiev ucraniano y en el Akhmat Grozny ruso, también pasó por la cantera del RCD Espanyol, donde coincidió con futbolistas -Pol Lozano o Gonzalo ‘Pipa’- con los que años después se reencontró en la Europa League: “Para mi fueron dos partidos muy especiales. Coincidí con viejos amigos y mi familia pudo ir a verme. Antes, cuando les hablaba del Ferencváros, se quedaban en blanco. Ahora, después de ganar la liga y entrar en Europa, somos más conocidos”. En Hungría, Bosch está “encantado”. “Me va perfecto. Estoy a poco más de dos horas en avión de casa y también estoy cerca de mi mujer, que vive en Kiev. La ciudad es muy bonita. Cuando estaba en Rusia nadie vino a visitarme. Aquí sí he recibido a familiares y amigos”, completa el español.