Histórico no, lo siguiente

La Qatar de Félix Sánchez pasó por encima de Emiratos Árabes (4-0) y disputará el próximo viernes la final de la Copa Asiática ante Japón.

Ganar es complicado. Hacerlo en tierra hostil está al alcance de muy pocos. Hoy Qatar no solo hizo ambas cosas, si no que lo logró exhibiendo un fútbol que le erige como la mejor selección de la Copa Asiática. Pase lo que pase el viernes -cuando se disputará la final-, el equipo dirigido por Félix Sánchez ha protagonizado un torneo prácticamente perfecto. Con pleno de victorias, los marrones alcanzarán el partido con un balance de 16 goles a favor y cero en contra.

En 2017, un grupo de países lideratos por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos cerraron fronteras con Qatar. El motivo: el apoyo financiero del país bañado por las aguas del golfo Pérsico a diferentes grupos islámicos considerados terroristas por los países del Golfo. Esto propició abucheos al himno y la inexistencia de simpatizantes qataríes en las gradas del Mohammed Bin Zayed Stadium de Abu Dabi. Qatar jugó sin público, pero con aliento suficiente como para vapulear a una Emiratos Árabes que cuajó un mal partido.

Boualem, Almoez Ali, Al Haydos y Hamid Ismaeil hicieron los tantos del equipo dirigido por Félix Sánchez, que tan solo esbozó una sonrisa cuando el árbitro pitó el final. Qatar fue sólida en defensa -apenas concedió dos ocasiones, pero Emiratos se encontró con un gran Sadd- y letal en ataque. Madibo barrió cualquier intento emiratí y Almoez Ali hizo su octavo gol del torneo, igualando el récord de Ali Daei -hizo los mismos en 1996-. El azote fue tal, que desde la grada llovieron zapatos -considerado un gran acto de desprecio en la cultura árabe-.

Qatar estará en la final y en la histórica cita los de Félix Sánchez se encontrarán con Japón, que se deshizo con gran facilidad (3-0) de Irán en semis. Tras una primera fase impecable, dar la campanada eliminando a Corea del Sur en cuartos y hacer historia pasando por encima de Emiratos Árabes en semifinales, los marrones tendrán la oportunidad de poner el primer broche de oro a un proyecto que vio la luz hace ya 14 años. Qatar se presentó en la Copa Asiática con el objetivo de ganar experiencia de cara a su Mundial y ya está en la final. Su generación dorada no conoce límites.