Uruguayos en el exterior
Joaquín Fernández: «El estilo holandés es totalmente opuesto al uruguayo»

Charlamos con el defensa Joaquín Fernández tras su llegada al fútbol europeo para representar al Heerenveen de la Eredivisie holandesa
Joaquín Fernández Pertusso jugó apenas 25 partidos con River Plate en la Primera División Uruguaya antes de emigrar rumbo a Holanda. El Heerenveen de la Eredivisie, máxima categoría neerlandesa, se fijó en el joven central zurdo que se destacaba en la línea de tres de Jorge Fossati.
El rochense pasó por las categorías inferiores de Defensor Sporting antes de llegar al Darsenero, con un previo paso por Palermo FC de su ciudad natal. Además, participó en las selecciones uruguayas juveniles. Por eso, lo de representar a la Celeste no es nada nuevo para él.
Una llamada desde el Viejo Continente suele convencerte de manera rápida. El mejor fútbol del mundo, una estabilidad económica asegurada y por supuesto esa ansiada entrada en la órbita de Óscar Washington Tabárez. Sin embargo, para Joaquín no fue fácil tomar la decisión.
«Jamás dejé de pensar en lo que era River para mí»
«Cuando me llegó la oportunidad de Heerenveen lo dudé un poco, porque por más que fuera muy linda, jamás dejé de pensar en lo que era River para mí y todos los desafíos que teníamos por delante. Más con el grupo que teníamos, porque eso hacía que tuviéramos grandes ilusiones por todas las cosas que se venían».
Lleva apenas tres meses en Países Bajos. Todavía en proceso de acostumbrarse a una vida, y un fútbol, totalmente distintos, como explica. «La adaptación no está siendo fácil, tienen una cultura diferente a la nuestra. Creo que el problema que más me está costando es el idioma. Por suerte por fuera del fútbol la vida la llevo bastante bien, acompañado de mi novia aunque ahora con el tema del COVID-19 se nos está complicando para hacer cosas».
La barrera idiomática es de las más complicadas de superar. Se trata de una lengua con fama de complicada por su diversidad de influencias. «La realidad es que el holandés es de los problemas más grandes para mí. Tengo un nivel bastante bueno de inglés y me puedo comunicar con casi todos, pero entre ellos se comunican en su idioma y es complicado entenderles y meterte más en el grupo».
Ulysses Llanez, estadounidense de ascendencia mexicana, es el mayor aliado de Joaquín en el vestuario. «Un compañero de Estados Unidos habla español y tiene una cultura mucho más parecida a la nuestra, entonces es con el que estoy la mayor parte del tiempo».
Con respecto al balompié, no es necesario explicar lo que supone ir a jugar a Holanda. El futbolista uruguayo suele notar un cambio de ritmo cuando emigra, y en este caso las desemejanzas con respecto a nuestro estilo son mayores. Joaquín llegó a la escuela del fútbol total y el buen trato de pelota, lo que lo puede potenciar mucho como central.
«La diferencia más grande es la técnica»
«Son dos estilos de fútbol totalmente opuestos, pero la diferencia más grande para mí es que acá hay un fútbol muy técnico. No encuentras ningún jugador técnicamente más o menos. Luego hay detalles, como en la parte defensiva. Ellos quizás la quieren inculcar, aunque a la hora de jugar no es como en Uruguay, que primero es defender y después atacar».
El Heerenveen se sitúa en la sexta posición pasadas nueve fechas, cayendo derrotados solo ante Ajax y AZ Alkmaar. Joaquín Fernández todavía no hizo su estreno oficial, al tiempo en el que continúa aprendiendo esa forma de defender tan característica que tienen en Holanda.
«No hay equipo que no haga énfasis en el buen trato de pelota. Es de las cosas que más me está costando porque por más que me sienta un jugador con buena técnica es tanto el énfasis que le hacen al buen trato de pelota que para mi gusto arriesgan demasiado. De a poco me voy adaptando a su ideología».
El zaguero se define como un «jugador rápido y bueno técnicamente», aunque recalca que aún tiene mucho por aprender. «Por otro lado me gusta mucho la agresividad para defender, aunque no siento estar tan fuerte comparado con las otras virtudes», comenta.
Como todo jugador, un objetivo claro de su carrera es llegar a la selección uruguaya, aunque es consciente de la dificultad del reto. «Sería un sueño sin dudas. Creo que hoy en día tengo que tener los pies sobre la tierra y saber que estoy muy lejos por todos los jugadores de buen nivel que hay adelante mío. Pensando en un futuro quizás no sea algo impensado, pero hoy en día tengo que estar enfocado en objetivos a corto plazo».