Españoles por el mundo
La última clase del maestro Xabi Alonso
Decía el maestro Francisco Casavella que en el baile y en la vida lo importante es tener ritmo, no compás. Y algo sobre eso debió leer Xabi Alonso en su juventud, ya que explicaría muchas cosas de su carrera. Y de su fútbol. Un fútbol al que hoy dice adiós tras algo más de quince años. San Sebastián primero, Liverpool, Madrid y Munich después. Una carrera más propia de una novela romántica que de los tiempos que corren en el mundo del fútbol.
San Sebastián, el equipo de su vida en la ciudad de su niñez. Saliendo de la cantera, compartiendo vestuario con los Kovacevic, Karpin y De Pedro de turno y casi llevándose el título de liga como ya hiciera su padre veinte años antes. Madrid, Juve, Milán y medio mundo le querían, pero él escogió Liverpool y aún hay gente que se pregunta por qué. Su melena rubia ‘al cazo’ con el 4 a la espalda cruzando el balón de una punta a otra de Anoeta es uno de los últimos grandes símbolos de la Real Sociedad.
En Inglaterra se convirtió bien pronto en un símbolo. Sin alardes, se convirtió en dueño y señor del mediocampo junto a Steven Gerrard. Anfield le adoraba, y a pesar de no lograr la Premier League en ninguna de sus cinco temporadas como ‘red’ nadie parecía dudar acerca del idilio entre ambos. En 2005, su primera temporada en Anfield, el tolosarra alzó al cielo su primera Copa de Europa. La celebración del gol que ponía el 3-3 en Estambul es historia viva de la Champions.

Xabi Alonso se hizo con la Champions en su primera temporada en Liverpool
Su imagen corriendo por la banda de Lisboa tras el gol de Bale en la final de la décima quedó en la retina de todos los madridistas. Se convirtió en buque insignia del equipo tanto dentro del campo como fuera de él y se descubrió a sí mismo como madridista. Sus mejores años de fútbol los vio el Bernabéu, lo que le sirvió también para asentarse como titular en la selección. Una vez más, decidió cambiar de aires cuando mejor le iba todo y probar fortuna en otro clásico del continente. La ovación que recibió en el Bernabéu hace unas semanas con el escudo del Bayern sobre su pecho hace honor a su carrera.
Primero con el 3 a la espalda y ya finalmente con el 14, el tolosarra ha disfrutado de minutos y títulos con el equipo de Baviera, donde ha decidido despedirse del fútbol de manera definitiva. Xabi cuelga las botas porque quiere, porque se lo pide el corazón. No hay mayor gloria que haber sido profeta en tu tierra y Xabi ha tenido la suerte de crear patria de cada lugar en el que ha jugado al fútbol.

Xabi Alonso, durante su último partido como futbolista
Además de al estadio del Bayern, dice adiós al Bernabéu, Anfield, Anoeta e Ipurúa. Y dice adiós para poder reencontrarse con tantas otras cosas que durante estos últimos años no ha podido disfrutar. “Lo primero que voy a hacer es comprarme una moto”, reconocía Xabi hace unos días en una entrevista a MARCA. Tiempo tienes Xabi, ya sabes que lo importante en la vida, como en el baile y como en el fútbol, es tener ritmo, y no compás.
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