Españoles por el mundo
Mario Reig: «Dimití tres veces y no se aceptó»
El fenómeno que ha llevado a cientos de jugadores y técnicos españoles a abandonar España en busca de oportunidades no es ni mucho menos un episodio arcaico. Sin embargo, resulta sorprendente ver hasta dónde ha llegado la fiebre por el producto español. En su mayoría, estas andanzas suelen dejar buen sabor de boca y grandes experiencias que relatar tras el retorno a España, pero también nos encontramos con algunos incidentes embarazosos. Es el caso de Mario Reig (Tarragona, 1965), quien acudió a Nicaragua con el firme objetivo de ganar la liga y acabó abandonando el Diriagén debido a que la dirección del club pretendía influir en sus métodos de trabajo.
Mario aceptó el reto porque «Diriagén llevaba 10 años sin ser campeón y el objetivo este año era serlo sí o sí». No se lo pensó ni un segundo. Quería ser el técnico que levantara el título con los albinegros tras una década se sequía.
Los números avalaban al técnico español: a tres puntos del líder y con el 75% de puntos disputados en el casillero del Diriagén, fueron numerosas las excusas que tuvo que escuchar para desprestigiar el buen trabajo que estaba haciendo al frente del equipo nicaragüense.
«Dimití tres veces y no se aceptó»
«El problema está en la diferencia de mentalidad. Nosotros estábamos haciendo un trabajo progresivo buscando llegar a la final con una metodología que iba de menos a más, y ellos querían los resultados ya. Si una persona sabe de fútbol, conoce que si empiezas bastante fuerte al final te caes. La metodología tiene que ser progresiva, con picos altos y bajos, y era esto lo que ellos no entendían. También decían que teníamos que entrenar más. Ahí empezamos a chocar bastante», explica el técnico.
En el contraro que el Diriagén le hizo llegar a Mario había algunas clausulas que el técnico quiso cambiar. El club le dio el visto bueno pero «al cabo del tiempo lo que me habían prometido no se estaba cumpliendo». Reig continuó asumiendo el reto a pesar de que, cuando él llegó, el margen para maniobrar era inexistente: «Yo llegué el día 15 y el 17 fue el primer partido de liga. No pudimos ni siquiera entrenar. Ya estaba todo muy avanzado y no se podían firmar jugadores. Yo iba a tener plenos poderes en el ámbito deportivo, pero cuando llevábamos tres partidos en racha se empezaron a meter con mi metodología. En la sexta jornada estábamos a 3 puntos del primero», expresa. El Diriagén, además, había ganado el derby por 3-2 al Real Estelí. Una victoria importantísima para Los Caciques. Mario no veía motivos para tener que cambiar su metodología de trabajo.
A las cuatro semanas de estar en Nicaragua, Mario recibió una noticia destructiva: no se podía sentar en el banquillo: «Ahí reventé», cuenta. «Aún no habían «despachado» a los dos anteriores técnicos. No a uno, sino a dos. Entonces no me podían inscribir. La excusa que pusieron es que mi diploma de España no era válido», relata. Mario enseñó sus diplomas. De no tenerlos no habría podido entrenar en Guatemala, España o Alemania. Fue entonces cuando le pusieron la peor excusa que el técnico tarraconense había escuchado nunca: «Me dijeron que el entrenador venía a prueba. Algo que yo no he escuchado en mi vida. O firmas o no firmas… La persona que estaba diciendo todo esto quería sentarse en el banquillo. Decidí que era momento de salir a pesar de que los resultados me avalaban», relata Mario.
«Estoy seguro de que voy a volver a Nicaragua»
José Luis Hernández, encargado de prensa del Diriangén, aseguró en la prensa local que “desde el principio se estuvo analizando el desempeño del equipo porque él vino por un precio y unas condiciones muy superiores a las de nuestro fútbol y la directiva valoró que lo mostrado no correspondía a esas condiciones”. Mario Reig afirma que esto «no tiene lógica» . «Mi sueldo era normal y corriente y mis entrenamientos buscaban la mejor metodología para la plantilla. Cuando yo llegué habían hecho una semana de pretemporada, no se podían firmar futbolistas, no había preparación física… Con lo que hay uno tiene que trabajar. Otra cosa habría pasado si hubiera hecho yo la plantilla. En ese caso me habría equivocado yo. Yo tenía que llegar a una final y ganarla, y busqué la metodología adecuada para esto. Los resultados estaban ahí», esclarece.
José Luis Rugamas es, según Reig, el ente tóxico que ha propiciado que Diriagén haya tenido tres entrenadores en nueve meses: «Los datos lo dicen. Mi predecesor jugó la final y fue cesado. Algo se está haciendo mal y estas personas quieren sacudir su culpa sobre nosotros. ¡Él todo lo hace bien!», ironiza Mario.
Mario Reig, sin embargo, no valora su experiencia en Nicaragua como negativa: «La parte humana, de la gente, ha sido muy enriquecedora. Una maravilla. La cultura es preciosa. Estoy seguro de que voy a volver a Nicaragua. Prueba de esto es que dos equipos bastante fuertes han contactado conmigo. No se pueden decir los nombres porque hay entrenadores con contrato en vigor», revela.
Le preguntamos si su objetivo, una vez vuelva al país centroamericano, será demostrar a Diriagén que se han equivocado no dejándole trabajar. Mario responde firme: «Exacto. Es un objetivo, pero no en plan venganza», aclara el catalán, quien ahora descansa y espera una nueva oferta de un club que le deje poner en práctica todo lo aprendido durante su dilatada carrera. Estos días los pasará estudiando los entrenamientos de Roger Smith con el Bayer Leverkusen, buscando nuevas fórmulas que poner en práctica en ¿Nicaragua?