Uruguayos en el exterior
Raíces uruguayas en Australia

Dylan Ruiz-Diaz y Thomas López son abanderados de una nueva generación de hijos de uruguayos que representan a las selecciones juveniles de Australia.
Australia ha sido históricamente uno de los destinos preferidos de los uruguayos para emigrar. La gigantesca isla de Oceanía situada en el otro extremo del globo terráqueo, a trece mil kilómetros de distancia, alberga actualmente a aproximadamente once mil charrúas. Así, es el quinto destino más concurrido luego de Argentina, España, Estados Unidos y Brasil.
El flujo principal de este movimiento migratorio se produjo durante la década de 1970, durante la dictadura militar. A partir de ahí, se establecieron dos núcleos de población destacados en Nueva Gales del Sur y Victoria. El fenómeno se reactivó de nuevo a inicios de siglo XXI con la importante crisis económica que asoló al Paisito en los 2000.
Como en el resto del mundo sentaron raíces. Se adaptaron a una nueva cultura, fundamentalmente occidental e influenciada por el curioso ambiente del continente, aunque sin dejar de lado nuestras tradiciones. Entre ellas, por supuesto, está el fútbol. Y si hay algo en lo que destaca un uruguayo es precisamente en eso. En la actualidad son varios los descendientes llamados a las selecciones juveniles de los Socceroos.
El crecimiento futbolístico de Australia es innegable, potenciada tras su afiliación a la Confederación Asiática. Si hay un país que lo ha sufrido en su propia carne por ser rivales habituales de repechajes, ese es Uruguay. Tras pasar cómodamente en 2002, en 2006 los oceánicos dieron el batacazo y dejaron a la Celeste fuera de la Copa del Mundo. Desde ese entonces, cuatro clasificaciones consecutivas a la cita.
Ya hemos hablado de Dylan Ruiz-Díaz en Migrantes del Balón, pero vale la pena recordarlo. Se trata de un atacante nacido en 2001, visto como una de las promesas del fútbol local. Juega en Central Coast Mariners, ya se estrenó en la A-League e incluso convertió un doblete en uno de sus primeros partidos. El extremo de raíces uruguayas es el líder de la sub-20, lleva la batuta con el número 10 en la espalda y acumula registros goleadores interesantes.
Thomas López, sueños teñidos de celeste
Thomas López nació en Australia. Su familia es procedente del barrio Peñarol, en el nordeste de Montevideo. Él solo visitó dos veces Uruguay siendo un niño, la última cuando tenía 9 años. Pese a esa distancia, lo tiene claro: quiere representar a la Celeste. Sin embargo, por ahora la AUF no ha contactado con el prometedor delantero ‘aussie’.
El extremo acaba de fichar por el Western Sydney Wanderers, el único equipo de la liga con la Champions de Asia en su palmarés y considerado como uno de los grandes de la A-League. Con 16 años fue convocado por la selección sub-20, tiene pretendientes en Europa y la Federación Italiana se puso en contacto con él, ya que también cuenta con esa nacionalidad.
De todas formas, Thomas espera por un llamado con prefijo +598. Como me cuenta su padre, «su sueño es representar a Uruguay algún día». Puede jugar en punta o en banda, hizo 71 goles en 85 partidos entre su anterior equipo y Australia sub-17. Por si fuera poco, su referente e ídolo es Luis Suárez.
Mundialistas, tenistas de élite…
No son los únicos, ni mucho menos. Hay otros jóvenes futbolistas charrúas con pasado en las juveniles de Australia. Fabian Monge, de 19 años, milita en el mismo club que López, donde debutó en 2019 con el primer equipo. Antes, el centrocampista había sido elegido como el mejor jugador sub-23 del año.
Julian Monge, Benjamin Wass y Sebastián Gómez son chicos que han sido parte de ese proceso juvenil en el pasado reciente. No es una historia nueva, pues existen casos conocidos como los de Richard García y Alex Brosque, ambos producto del pequeño éxodo de los setenta.
El primero pasó por diversos clubes ingleses como West Ham United, Hull City o Colchester City. Además, representó a Italia y fue mundialista en Sudáfrica 2010. Con respecto a Brosque, tuvo un paso por el Feyenoord neerlandés aunque el grueso de su trayectoria se produjo en ligas asiáticas.
Y no se limita al fútbol. De hecho se puede citar a uno de los tenistas de la nueva generación más potentes del circuito: Álex de Miñaur. Con apenas 21 años, ‘Demon’ es el número 23 del ranking ATP con tres títulos en su palmarés. Es australiano, se crió en España y como el resto comparte lazos con Uruguay por parte de su familia paterna.
La migración está dando sus frutos en forma de deportistas, la mayoría de ellos con voluntad de representar a la nación de sus antepasados. Esta circunstancia da opciones distintas a Uruguay, con un margen mayor para elegir de cara al futuro. Por eso, lo ideal sería crear una red de seguimiento de estos jugadores a lo largo del planeta.