Españoles por el mundo
David Humanes: «Vivir del fútbol está de puta madre, pero preferiría jugar en España»

David Humanes, futbolista del Ararat-Armenia, nos cuenta cómo se pasa en dos años de jugar en Tercera División española a estar cerca de disputar Europa League.
Armenia es un país con una población cercana a los 3 millones de habitantes, es decir, parecido a Madrid, capital de España. Allí, Joaquín Caparrós es seleccionador nacional de fútbol, pero no es el único sevillano que reside allí. David Humanes (Arahal, 1996) juega con uno de los equipos punteros del país, Ararat-Armenia, en el que es su tercer club en poco más de dos años en el extranjero. Una experiencia que le está haciendo crecer, aunque el clima «no me gusta mucho».
David pasó de «un día a otro» de estar en Tercera División española a saltar a la Primera División búlgara con el Slavia de Sofía. Ahí fue clave su entrenador en Alcalá, David Campaña, que además es su actual míster. «Él me puso en contacto con un agente dándole su confianza sobre mí de que yo podría dar ese salto. Me consiguió unas pruebas, me tiré al toro y aquí estoy», explica el futbolista del Ararat armenio.
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Slavia de Sofia es el club más antiguo de Bulgaria y la oferta podía parecer fácil de aceptar, pero salir de casa siempre cuesta. «Fue complicado porque yo ni siquiera había cogido un avión, ni sabía inglés. Por una parte ni me lo pensé porque era o salgo ahora o lo mismo me arrepiento«, recuerda David. Un año en Bulgaria que él considera positivo, ya que pudo jugar «el número suficiente de partidos para dejarme ver un poco y tener varias opciones».
Las ofertas llegaron y a inicios de 2020 se marchó al Academica Clinceni, club en la primera categoría del fútbol rumano. David jugó prácticamente todo desde su llegada hasta que apareció la pandemia del Covid-19 y con ella la cancelación de las competiciones deportivas. El central sevillano marchó a España para hacer la cuarentena con su familia y tras su vuelta a Rumania a finales de mayo no contó con los minutos suficientes. Entonces volvió a cruzarse en su camino una persona clave en su carrera, David Campaña, entrenador del Ararat-Armenia.
«Era un equipo que llevaba dos años ganando la liga, que disputa competiciones europeas. Además el míster, el estilo que suelen llevar sus equipos… La verdad que todo me atraía bastante, aunque sí que es verdad que el país a priori te hace pensar si va a ser un paso atrás, pero al final jugar competiciones europeas, pelear por una liga… Todo sumaba más de lo que podía restar», cuenta David sobre qué le llamó del proyecto.
El club se fundó en 2017 y lleva dos años consecutivos ganando la liga de Armenia, un hecho que no es muy común en el fútbol profesional. Además, esta temporada estuvo muy cerca de entrar en Europa League. «En ese momento no nos podíamos parar a imaginar en qué situación estábamos ahí. Estábamos prácticamente a un paso de jugar una fase de grupos de Europa League y se fue por menos de lo que todo el mundo se fuera haber imaginado. La verdad que hicimos un partido increíble, pero teníamos enfrente a un equipo que hasta ayer estaba jugando Europa League todavía», comentando la eliminatoria frente al Estrella Roja de Belgrado que hace una semana estuvo a un gol de eliminar al todopoderoso Milán.
«Vivir del fútbol está de puta madre»
Próximamente en Armenia ya podrá entrar público a los estadios para animar a sus equipos en liga. Una competición nacional que es uno de los objetivos del Ararat-Armenia y que David considera «un fracaso si no se gana», aunque a él no le «gusta» la palabra. Todo ello a través del juego que David Campaña propone. «Yo creo que nuestro equipo desde que llegó David Campaña intentó inculcar de alguna manera lo que es el fútbol más europeo, más español por decirlo de alguna manera. Porque sí que es verdad que en estos países el estilo de juego es diferente», comenta David.
Su adaptación al país fue sencilla gracias al buen ambiente que hay en el vestuario, en el que está un jugador con experiencia en el fútbol de élite como Yoan Gouffran (G. Burdeos, Newcastle). Un futbolista que «es para admirarlo» y que David no sabe si tendrá un carrera tan labrada en el extranjero como él o volverá a España. «Es complicado. Al final el fútbol está muy bien, vivir del fútbol está de puta madre, pero que llegue una oferta de tu casa, dónde tienes a tu gente, a tu familia, yo creo que al final eso suma más», reflexiona David al que agradecemos su amabilidad durante toda la entrevista.