Españoles por el mundo
Mendieta, el hombre del «gol realmente increíble»
Pocos futbolistas tienen el honor de aparecer en un auténtico “himno” del indie español. El gran Gaizka Mendieta sin duda lo merecía y fueron Los Planetas los que le rindieron homenaje en su mítico tema “Un Buen Día”
Y es que Mendieta fue uno de los mejores centrocampistas del mundo a finales de la década de los 90. Pero por desgracia, además de por su visión de juego, su espectacular golpeo de balón y su exquisita técnica, el bueno de Gaizka también será recordado por su fulgurante declive futbolístico a raíz de convertirse en un migrante del balón…
Gaizka Mendieta vino al mundo el 27 de marzo de 1974 en la localidad vizcaína de Lekeito. Por aquel entonces su padre Andrés era el guardameta del C.D Castellón, en cuyas categorías inferiores se formó Gaizka.
Su talento tardó poco en llamar la atención de los ojeadores de la zona, siendo el Valencia el club más listo, fichando al joven centrocampista para su equipo filial en 1992. El “B” pronto se le quedó pequeño a Mendieta que, con 19 años, debutó con el primer equipo en la penúltima jornada de la 92/93 en el Ramón de Carranza.
A partir de aquel día, la presencia y la importancia de Mendieta (con su inconfundible melena rubia) en el Valencia no hizo otra cosa que crecer y crecer. 8 temporadas en el primer equipo, 305 partidos, 59 goles, una Copa del Rey (con su “gol realmente increíble” jugando de lateral izquierdo), una Supercopa de España y dos finales de Champions consecutivas (2000 y 2001).
Por desgracias para los chés, ambas finales se saldaron con derrota para su equipo, aunque al menos Mendieta tuvo el “consuelo” de ser elegido el mejor centrocampista de la competición en 2001. Gaizka, a sus 27 años, estaba en el cénit de su carrera futbolística y nada hacía presagiar lo que pasaría después.
Aquel verano el Real Madrid hizo todo lo posible por hacerse con los servicios del jugador vasco pero el Valencia, temiendo reforzar a su rival, se cerró en banda y acabó traspasando a Mendieta a la Lazio por 48 millones de euros, convirtiéndose en el fichaje español más caro hasta el momento.

Mendieta vistiendo la camiseta de la Lazio en un partido de Serie A ante el Milan
Y por desgracia en uno de los menos rentables de la historia. Gaizka no logró adaptarse al fútbol italiano, demasiado físico, cerrado y táctico como para poder desplegar todo su talento. En su primera y última temporada en la Lazio solo disputó 27 partidos y no anotó ni un solo gol.
En un desesperado intento de revalorizar al jugador, el equipo italiano decidió cederlo al F.C Barcelona en la 2002/2003. Por aquel entonces el Barça no era ni de lejos el equipo estable y ganador que es ahora y aquel año pasaron por el banquillo del Camp Nou ni más ni menos que tres entrenadores.
Mendieta fue protagonista con todos ellos, jugando 47 partidos y marcando 6 tantos, pero nunca llegó a recuperar el nivel exhibido en el Valencia por lo que, finalizada la temporada, la Lazio decidió traspasarle al Middlesbrough inglés.

Mendieta vistiendo la camiseta del FC Barcelona. Foto: gettyimages.com
Allí, en un equipo más modesto y con una exigencia mucho menor, Gaizka volvió a demostrar su calidad y enamoró a la afición del Boro. Mendieta disputó 4 temporadas en la Premier League y lideró a su equipo en la conquista de la Copa de la Liga en 2004, el primer título del club en su centenaria historia.
El Middlesbrough se convirtió en un equipo muy peligroso y la visita al Riverside Stadium era un dolor de muelas para los equipos grandes. No era raro ver a los Chelsea, Manchester United o Arsenal hincar la rodilla en “territorio Mendieta”.

Mendieta durante un encuentro con el ‘Boro’. Foto: gettyimages.com
Además de competir más que dignamente en la Premier, para sorpresa de propios y extraños el equipo alcanzó la final de la Copa de la UEFA en la temporada 2005/2006, pero Gaizka se lesionó de gravedad el día antes y el Sevilla aplastó a los ingleses con un contundente 0-4. Hubiera sido el colofón que merecía su carrera. Sin embargo, el destino volvió a ser cruel con Mendieta…
Era la segunda lesión importante del genial centrocampista vasco que, cuando se recuperó, había dejado de contar para el Boro. Tras más de un año sin jugar, su contrato con el club inglés finalizó el verano de 2008 y, ante la falta de ofertas interesantes, Gaizka decidió colgar las botas.
A pesar del amargo final, Mendieta se enamoró de la cultura inglesa y decidió establecer su residencia en la pequeña ciudad de Darlington, donde ha cambiado el balón por los vinilos. Eso sí, el talento prevalece y llegó a pinchar en el Festival Internacional de Benicassim.
¡Que la música te devuelva lo que el fútbol te debe Gaizka!