Uruguayos en el exterior
Nicolás Acevedo: «Siento que mejoré mucho en la MLS»

Charlamos con Nicolás Acevedo sobre sus primeros meses en Estados Unidos tras su llegada a New York City FC.
Nicolás Acevedo cambió la calmada ciudad de Montevideo por la siempre frenética Nueva York, como si se tratara de una típica película de Hollywood. El futbolista de 21 años fue adquirido por el City Group a principios de 2020, luego de despuntar en las selecciones juveniles de Uruguay y en Liverpool. Ahí, en el Negro de la Cuchilla fue donde se formó como deportista y persona.
Tal es así, que pasó por todas las formativas del club y terminó convirtiéndose en capitan del primer equipo. Sus grandes actuaciones no pasaron desapercibidos para ojeadores del resto del mundo, como es el caso de Gaby Ruiz (Scout del Leeds United) que lo elogió junto a Brian Rodríguez por encima del resto en el Mundial sub-20 de 2019.
El COVID-19 y las restricciones de Estados Unidos demoraron su llegada, que se terminó produciendo en junio. A partir de ahí, comenzó el periodo de adaptación de un ‘Cacha’ que está cada vez más integrado en la dinámica del New York City FC. El centrocampista aún es suplente, pero sus minutos de juego están aumentando durantes las últimas semanas a la par de su rendimiento sobre el terreno de juego.
«El cambio se nota bastante, es otro mundo»
Entre clases de inglés y juntadas con los hispanohablantes del plantel para «jugar a las cartas o comer algo», Nico se acomoda a su nueva realidad en la Gran Manzana. «La adaptación está siendo buena, quizás me costó un poco a lo primero porque estaba solo, pero ahora estoy mejor y por suerte tengo a casi todos los latinos cerca y eso se hace mucho más fácil. Con ellos tengo una relación tremenda, desde el primer día me recibieron de la mejor manera y me apoyaron en todo. Cada cosa que precisaba estaban ahí para ayudarme, explicarme lo que sea. Son muy unidos, es como una familia».
Se trata de un giro de 180 grados en la vida de un chico que tuvo que madurar de golpe y lo nota hasta en el detalle más simple. «En Uruguay tenía a mis padres para hacer algún trámite o algo, acá hay que manejarse solo y rebuscársela. Además, vivir solo con mi novia también es novedoso para mí».
El foco de Acevedo está a pleno en desarrollarse futbolísticamente y controlar el idioma, aunque también disfruta de las comodidades de una de la ciudad que nunca duerme. «Es gigante y hay de todo para hacer, trato de salir a conocer con mi novia. El cambio se nota bastante, es otro mundo, otro idioma, personas de todos lados, es impresionante».
Otro de los cambios radicales que se producen cuando se emigra es el que tiene que ver con las infraestructuras. En este caso, las del New York City son de primerísimo nivel. «Es tremenda, hay de todo para mejorar. El gimnasio, las canchas, el comedor, todo es una locura. Te brindan de todo, después está en vos. Tenés vitaminas, se desayuna y almuerza en el club, las máquinas de trabajo son impresionantes».
«La diferencia que más me sorprendió es el ritmo de juego»
En cuanto a lo que tiene que ver con el balompié, Cacha cuenta que «la diferencia que más me sorprendió con respecto al fútbol local es el ritmo de juego. Se juega a una velocidad muy alta y presionan alto, en el medio tenés que jugar a dos toques, es un fútbol muy intenso. El pase fuerte es otra cosa también, te piden mucho que pases fuerte la pelota».
En este sentido, se ha producido una evolución en su juego durante estos meses de desarrollo en la MLS. «Siento que mejoré en muchas cosas: la intensidad, el jugar más rápido, el ritmo, encontrar los espacios, en recibir en lugares en los que no estaba acostumbrado, en resolver de mejor manera pero sobre todo en intensidad y dinámica».
Sus objetivos a corto plazo son sumar los mayores minutos posibles y seguir entrando en el equipo para «sentirme importante y que puedo aportar mucho». Se trata de un futbolista de gran proyección cuyas capacidades están fuera de cualquier duda, por ello, su objetivo a futuro es «estar en la selección mayor y llegar a Europa», pese a que piensa que «hoy quizá de la selección me siento un poco lejos, por el nivel y edad de jugadores que hay en mi posición».
Cacha es uno de los adelantados de la nueva camada de mediocentros uruguayos, reúne la entrega típica del ADN charrúa con una elegancia innata para distribuir el balón que lo hacen ser un mediocentro completo y adaptado a los nuevos tiempos. Su experiencia fuera del país solo acaba de comenzar.