Míchel no consigue hacer olvidar a Bielsa en Marsella

El Olympique marcha undécimo en la Ligue 1, a 35 puntos del líder, y el crédito del técnico madrileño parece estar a punto de agotarse

Tras seis meses al frente del banquillo del Olympique de Marsella, el crédito de Míchel parece estar a punto de agotarse. Los números no acompañan el trabajo del técnico español y es que, después de haberse disputado 26 jornadas de la Ligue 1, el equipo marcha en el puesto número once, nada menos que a 35 puntos del líder, un imparable Paris Saint Germain. El principal problema al que se enfrenta el madrileño es que, más allá de los malos resultados en liga y de haber caído eliminado en la Copa de la Liga francesa ante el Toulouse, no ha conseguido implantar su estilo en el club marsellés.

La crisis en la que se encuentra inmerso el OM ha hecho que en las gradas del Vélodrome se escuchen cada vez con mayor frecuencia cánticos de los aficionados recordando a Marcelo Bielsa. Pese a que el chileno dejó al equipo en una situación muy delicada en la primera jornada de liga, su sombra sigue siendo demasiado alargada. En casa es precisamente donde el Marsella ha cosechado sus peores resultados y no conoce la victoria desde el pasado 13 de septiembre.

El Olympique se ha alejado en las últimas jornadas de los puestos bajos de la clasificación, pero dejar de coquetear con el descenso sabe a muy poco para un proyecto que comenzó con la pretensión de ser un exigente rival para el todopoderoso PSG, con quien precisamente perdió la pasada semana.

Este domingo el conjunto de Marsella únicamente pudo conseguir un punto en su visita al campo del Niza, una de las grandes revelaciones de la temporada que marcha quinto clasificado. Los de Míchel se adelantaron en el marcador gracias a un tanto del chileno Mauricio Isla, pero Valere Germain logró el definitivo empate a uno.
De esta manera, Míchel puede tener este jueves, ante el Athletic en los dieciseisavos de final de la Europa League, una de sus últimas oportunidades de demostrar su valía y su capacidad de enderezar el rumbo del conjunto marsellés. Una prueba de fuego, puesto que los hombres de Ernesto Valverde llegan a Francia con la intención de dejar encarrilada la eliminatoria antes de la vuelta en San Mamés.